Distancia

Tiemblo en la insondable distancia de los cuerpos,

hoja otoñal pronta a perderse al viento.


Oigo tu voz por dentro escalando hasta la garganta,

jubilosa de expresarse ante un espejo,

tu calma voz arrulla como un río manso

y me lleva plácida de ensueño.


Veo la profundidad de tu mirada en mí,

recorrés cada secreto milímetro de fragilidad

para luego asirla en tu inmenso continente de ternura.


Huelo tu fresco y fino, embriagador aroma y me envuelve,

y desde lejos venís a mi vacío de vos

y extiendo mis manos ciegas de deseo.


Toco en mi soledad, te toco y sos el mundo,

inundándome de savia que es latido.

Tus manos hacedoras me dibujan y moldean de memoria

y desaparezco y soy arcilla 

y broto cual semilla sembrada a resguardo en tu oculto jardín.


¿Qué hago acá?

En esta quietud de muerte si mis átomos te buscan sin sosiego,

si la piel desgarra su frontera en un grito que te aclama.


¿Qué hago acá?

Entera y en retazos y anhelos y miedos y

fantasmas y sombras y otra vez anhelos y

otra vez entera y otra vez retazos.


¿Qué hago acá?

Sin vos.

Mayo 2020

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