País

 Sangra mi tierra sangra

Mi país sangra

Sangra la sangre de los pobres

Sangres que son ríos en las calles

Sangre de un colchón enmohecido

De un niño dormido

De su madre buscando

Pidiendo

Llorando

Los quijotes timberos bailan

Bailan sin mojarse los pies

La sangre que derraman no la ven

Y entonces bailan

Bailan el frenesí de la timba

Bailan el escrúpulo enterrado

Y lanzan carcajadas secretas

Duermen bajo sábanas perversas

Sábanas que borran pesadillas

Sábanas que merecían los justos.


El país derrama sangre hacia el mar

Y un frío viento se le metió en el cuerpo

No hay forma de aplacar este tormento

Los ríos crecen, la sangre fluye

Botas negras gustan de calzar

Las usan en soledad

Cuando no los ves

 Esconden su verdad

Derrochan su maldad.


El pueblo sueña, la sangre es tibia

Adormece

Cómo parar tantos ríos rugiendo desbocados hacia el mar

Cómo nadar en la tibieza sin menguar

Cómo no ahogarse, dejarse llevar.


Algo queda

Brota el saber que nació de la inocencia

Cuya sangre sin pausa

Mana.

Enero 2020

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