La Eternidad
Comandante de las horas
Amo del tiempo
Latís en tu exceso
La duda un corcel
Te cabalga hasta el confín del laberinto
Llega disipada
La eternidad un sable
Blandido ante cerrojos que ceden
Quedás libre
El laberinto atrás
Abrazado por el sol brillás en tu esplendor ardiente
Sable en mano
De a pie
Despojado del corcel el tiempo se presenta
Apremia
Esquiva el sable
El latido cede
Te inunda un mar oscuro
Sus costeras cuevas llaman
Ecos confusos cual medusas
El corcel elige una
La que habita
Te hacés a la grupa sin más
Un trecho marcado a trote manso y tiempo
Comienza en la cueva
Se extingue en el laberinto
No hay tregua para el ritmo
La eternidad es tu dominio
No las cuevas sin corceles.
Marzo 2020
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