Conversar
Había un estar juntos que se erigía cual nombre del placer
Conversábamos
El universo lo contaba
Crecían frondosos los árboles
Fluían arroyos cuyas piedras al rodar emulaban nuestras risas
Aparecían flores en las orillas,
amarillas,
rojas,
azules
y violentas rosas
Se escuchaba un manso tren de campo lejos
Los halcones gritaban en su altísimo vuelo ecos de nuestras palabras
La luz del día se opacaba
Fuegos de volcanes despertaban
Un galope de caballos al granero,
nosotros a la grupa
Nuevas estrellas en noches sin luna que luego tímida subía iluminándonos
Ecos de montañas lejanas llegaban respondiendo
Y el mar
El mar guardaba nuestro secreto
La sal nos envolvía
La sal
Vida que manábamos cual manantial impetuoso, imparable, imperecedero
Tu lluvia de sal
Mis versos de sal
Nuestra sal
Nuestra arena fría de pies descalzos en la noche
Y el embrujo de soledades compartidas
Ya no conversamos
El universo no lo cuenta
Los árboles son los mismos cada día
Los arroyos no ríen
Las flores abandonaron las orillas
El tren suena urbano
Los halcones gritan incansables la misma nota
La luz del día me enceguece
Los volcanes acallaron
Los caballos pastan mansos
Perdidas las nuevas estrellas
La luna no nos ilumina
Las montañas suenan a simple viento
Y el mar
Que ya no guarda el secreto
Un sonido sordo de cadencia rutinaria
Secó tu lluvia de sal
Oscurecieron mis versos de sal
Se abrigaron los pies
La soledad es simple soledad
El mundo gira indiferente
Mañana sale el sol
Luego será de noche
Todo es quietud
Desierto interminable
Destierro
Desolación
Febrero 2021
Comentarios
Publicar un comentario