La Noche en Vela


Cerró los ojos pero no dormía

La que era posible se acomodaba a su lado

Como cada noche

La que desde siempre hacía como si fuera y no era

Para que él se quede

Y se quedaba

Pagaba una deuda impagable

Ajena

Eterna.

 

Se sintió viejo, cansado

Lo asaltó la imagen de una noche única

Hacía tiempo

En otro lugar

Apareció desnudo el contorno

Envuelto en su luz

La dibujó en su mente

Al milímetro y de memoria

Flotaba lumínica sobre el color del mundo

Etérea

Dormía plácida de quietud

Emanaba aromas mutuos

Despojada

Lenta su respiración

Colmada

Su cuerpo laxo

En eterna entrega,

era.

 

Así la dejó,

Salvó su imagen.

 

Obra: Sin título de Jorge Araldi

https://jorgearaldi.webnode.com/



 

Comentarios

Entradas Populares

Carta III

La Búsqueda en lo Visceral II

Debate con Julio Cortázar