Una ciudad ideal

 

Una Ciudad Peronista a pedido

 

Una peronista pura cepa me propuso imaginar la Ciudad de Buenos Aires como una ciudad peronista. ¿Cómo sería una ciudad capital peronista? Y me propuso imaginarla sin límite de presupuesto. Esto me subyugó. Me han tildado de idealista desde que tengo memoria. Siempre cito a Galeano que citaba a alguien más que no recuerdo, diciendo que la utopía, el horizonte; (que cada vez que nos acercamos se nos aleja), sirve para caminar. Y es un caminar, con horizonte. Pensando en la política y desde mi simple lugar de ciudadana, no puedo pensar en otra cosa que en un horizonte ético. Una palabra difícil en nuestra Era hermenéutica, en la que los valores parecieran ser todos relativos, en donde el valor de lo material ha superado al espiritual. Difícil, esta Era.

Esta misma peronista pura cepa, me habla siempre del texto La Comunidad Organizada de Perón. Me dice que tengo que leerlo, que me va a encantar, que está todo ahí. Confieso que lo leí a vuelo de pájaro estos días porque quería encontrarme con la respuesta a la siguiente pregunta, ¿la felicidad del pueblo de la que habla el peronismo, es el ‘pan y circo’ que venimos heredando de la antigua Roma? ¿Es el ‘pan y circo’ del que se queja asqueada la clase media venida a menos? O acaso esa felicidad, o más bien ese horizonte de felicidad y de libertad que promulga el peronismo desde su discurso, no siempre aplicado por estos gobiernos, ¿es una felicidad y una libertad anclada en una ética?

Quería encontrarme en el texto con la palabra educación. Cuando joven, estudié educación en la universidad porque la creía una herramienta de transformación del mundo invaluable. Aún lo creo. Por tanto, dado que la crisis de valores en la que está hundido el mundo y de la que ya hablaba Perón en La Comunidad Organizada, necesitamos un horizonte ético. Necesitamos proponer un horizonte ético como forma de vida en comunidad y esa propuesta debe ser visible desde la misma estética de la ciudad. Me preguntarán tal vez cuál de las éticas circundantes como válidas será la que proponga. La respuesta es simple para mí, nunca puse en duda que todo es ética, y que la ética adecuada conduce a las personas a la felicidad, ética que no es la del consumo irrefrenable, ética que entiende a la humanidad como parte del mundo y no como depredador de recursos, en fin, ética que piensa al individuo en comunidad, sí, organizada, con vistas a un futuro posible de libertad, otro concepto que me encontré en el texto de Perón de un modo que me suele gustar definir: Libertad no es la posibilidad de hacer cualquier cosa, libertad, es la posibilidad de elegir, algo que una escandalosa parte de la humanidad no está hoy en condiciones de hacer. Somos con los otros. Habrá que hacerse eco de eso.

La pregunta sobre la ciudad peronista era más bien práctica, así que voy a ir ahí. Me pidió un espacio de ‘justicia espacial’, otro concepto hermoso, pero voy a ir más allá, me pidió vuelo además y leer La Comunidad Organizada me hizo también pensar en Perón, un militar que más allá de toda controversia en su personalidad o tal vez fruto de sus propias controversias, pensó el orden, la organización, no a punta de pistola como se pide hoy desde muchos sectores, sino a base de ética. Me permito compartirles unas pocas frases extraídas de tal texto. El subrayado es mío.

“…Una postura moral procedente de un fondo religioso sólido o de una refinada educación ética intenta estipular los límites entre posibles y tentadores extremos.

Incumbe a la política ganar derechos, ganar justicia y elevar los niveles de la existencia, pero es menester de otras fuerzas. Es preciso que los valores morales creen un clima de virtud humana apto para compensar en todo momento, junto a lo conquistado, lo debido. En ese aspecto la virtud reafirma su sentido de eficacia.

Esa virtud no ciega los caminos de la lucha, no obstaculiza el avance del progreso, no condena las sagradas rebeldías, pero opone un muro infranqueable al desorden.

El grado ético alcanzado por un pueblo imprime rumbo al progreso, crea el orden y asegura el uso feliz de la libertad.

La vida de relación aparece como una eficaz medida para la honestidad con que cada hombre acepta su propio papel. De ese sentido ante la vida, que en parte muy importante procederá de la educación recibida y del clima imperante en la comunidad, depende la suerte de la comunidad misma….La diferencia que media entre extraer provechosos resultados de una victoria social o anegarla en el desorden, corresponde a las dosis de ética poseídas.

El progreso está, por lo demás, en absoluta relación de dependencia con el grado ético alcanzado, establece la moral de las leyes y puede interpretarlas sabiamente. Para la vida pública esto significa el orden, la acción y el uso feliz de la libertad.

Pero el egoísmo es, antes que otra cosa, un valor-negación, es la ausencia de otros valores, es como el frío, que nada significa sino ausencia de todo calor. Combatir el egoísmo no supone una actitud armada frente al vicio, sino más bien una actitud positiva destinada a fortalecer las virtudes contrarias; a sustituirlo por una amplia y generosa visión ética. Difundir la virtud inherente a la justicia y alcanzar el placer, no sobre el disfrute privado del bienestar, sino por la difusión de ese disfrute, abriendo sus posibilidades a sectores cada vez mayores de la humanidad: he aquí el camino.

Pues bien, mi idea de una ciudad peronista se encuentra enteramente basada en la idea de educación y cooperación. Comienzo por la estética, que es claramente una ética.

-Todo lo que es amarillo expresa advertencia, control, y hace algunos años es también expresión de partido político, la ciudad entera es amarilla. Reemplazaría todo lo que es amarillo por verde claro, ya hay ciudades con ese color en sus cordones de veredas. El verde se funde en la naturaleza, expresa de un modo amoroso desde lo visual (tiene una vibración más calma que el estridente amarillo, el amarillo es el optimismo vacío de contenido, el ‘se puede’, la alegría absurda del sol) y desde la ecología por sobre todo. La ciudad está en el mundo, es naturaleza también, se vuelve parte.

-Las plazas no pueden tener ya rejas ni horarios. Las plazas son comunión, comunidad. En cada plaza los 3 tachos de reciclado reglamentarios, más uno especial para pilas (una de las cosas que más contamina y que nadie sabe bien dónde descartar) y ningún tacho más, si hubiera cualquier otro tacho estaría en contradicción con la idea de reciclado. Los fines de semana, en cada plaza debe haber actividades con valor educativo para niños. Esto propiciará el diálogo comunitario entre mayores, la idea es que las personas encargadas de las actividades también sean receptoras de los reclamos de los mayores y se encarguen del seguimiento de estos requerimientos dando respuesta.

-Los carteles con luces en las autopistas y rutas sólo deben informar cuestiones de tránsito. Frases como ‘la vida es frágil’, ‘ponete en modo auto’ etc., insultan la inteligencia de un pueblo educado en la ética y en lo amoroso de la existencia humana. Y las horas pico de peajes deberían seguir respetando como antaño la ‘mano pico’. La injusticia que significa pagar precio de hora pico yendo por la mano contraria es violencia pura.

-El transporte público debe dejar de significar la descomunal contaminación auditiva y química que produce. Deben ser estrictamente controlados. Los frenos, las puertas, etc., hidráulicos, silenciosos. Trabajar en el concepto del placer de viajar. Puntualidad absoluta de recorridos, educación de los choferes en el trato y en sus obligaciones para con los pasajeros. Número máximo de personas por colectivo y subtes con su consecuente ampliación de la cantidad de unidades y frecuencia. La circulación de autos debiera limitarse con patentes prohibidas determinados días de la semana. Todo lo cual contribuirá a una ciudad menos frenética, más calma.

-Sacaría todas las cámaras de control de tránsito que están dispuestas en la ciudad. Las de los barrios también. Esta medida podría resultar controvertida pero entiendo que todo lo que abone al concepto de control, de vigilancia y castigo se contrapone a los conceptos de comunidad, de respeto, de alteridad, de conciencia, de vínculo amoroso, etc. No es posible que ambas cosas convivan sin consecuencias.

-Deben volver los cines de barrio a precios posibles y con debate final (imprescindible, esta instancia podrá ser presentada antes de la transmisión con algunos datos importantes y una pregunta que plante el deseo de quedarse y asistir luego). Cines con escenario para propiciar obras de teatro de actores del barrio que deberán presentarse ante la entidad como compañía de teatro y podrán usar el espacio para sus ensayos y producción de obras que serán pensadas en el mismo sentido educativo y también con debate final.

-Tanto en los recitales que se ofrezcan en plazas y predios, como en las muestras de arte, performances, etc., deberá existir una instancia educativa. Explicación, desarrollo, debate, etc. Algo que le quite el cariz de mero entretenimiento, de ‘pan y circo’. Y qué arte se entrega deberá ser vuelto a pensar. El arte contemporáneo va de la mano del individualismo más acérrimo y hoy es propiciado en la ciudad al máximo. Si desde el gobierno se desea propiciar emociones que ayuden a producir subjetividades con consciencia social, elegir qué mostrar es vital.

-Los polideportivos deberán dar clases de calidad, ayudar al control médico físico y psíquico y transmitir el concepto de salud deportiva, todos debieran tener natatorios invierno y verano y debería haber más. Deberían organizar campeonatos de los diferentes deportes en pro de funcionar como centros comunitarios que propicien el intercambio entre vecinos, en estos lugares también se recogerán requerimientos de los vecinos.

-Predios como el mercado de Liniers podrán ser pensados en un sentido 100% educativo también. “Una especie de ciudad de los niños” me sugirió la peronista pura cepa, le agregaría con sus actores. En el juzgado habrá un juicio entre niños. En el teatro una obra hecha por niños, en el cine una película, etc. El entretenimiento, la distracción, el consumo indiscriminado de cualquier presentación, abona al vacío de contenido, que es bajo lo cual, la primacía del concepto materialista nos ha sumido. La construcción de una ética requiere trabajo. La ciudad peronista debería aprovechar toda oportunidad para la educación. No será fácil salir del vacío de contenidos al que nos enfrenta la lógica neoliberal del capital. Hay que mirar al horizonte sin pausa.

-Toda fábrica, negocio, etc., deberá hacer un aporte mensual en plantación de árboles o en dinero para limpiar ríos y arroyos proporcionalmente igual a su capacidad de contaminación que deberá ser medida muy de cerca. Nadie puede quedar afuera de esta constatación. Sería un impuesto más.

-Los hospitales deben poder contener la demanda que tienen. Para esto hay algo que es fundamental a mi entender. En La Comunidad Organizada, Perón habla de la inclinación cientificista del pensamiento. Venimos de décadas del concepto de medicina preventiva. Concepto que ha quedado demostrado que es un fracaso. La medicina preventiva no previene nada. Sólo encuentra más prontamente lo que iba a estar ahí de un  modo u otro. En todo caso será ése el lado más positivo. Pero dada la realidad, es absolutamente obvio y ha sido aceptado por científicos de todo el globo, que el lado negativo es mayor. Estas décadas de medicina preventiva a producido subjetividades con sesgo hipocondríaco que asisten a clínicas y hospitales a ‘descartar’ la posibilidad de estar enfermos, subjetividades que se piensan como enfermas. La ética de la salud hoy día: el pensamiento cientificista es un recorte que dejó afuera la mente, también la forma en la que vivimos y la manera en que ésta se relaciona con la salud mental y física. Por tanto, ampliaría por mucho la existencia de los CESAC y su capacidad de contener consultas y estudios y acceso a terapias psicológicas por sobre todo, un trabajo a conciencia para erradicar la existencia de subjetividades que se perciben potenciales enfermos por otras que piensen la enfermedad como una circunstancia fortuita y no esperable. Un pueblo que se perciba sano respira de otro modo, produce de otro modo.

-Las escuelas: todo ahí. Más y mejores escuelas, en cuanto a lo edilicio, al potencial humano. Los docentes no están bien. No es sólo en lo económico sino en lo que esto deriva. Siete clases por día de lunes a viernes con treinta y cinco chicos por aula en dos turnos no puede ser otra cosa que un trabajo insalubre. Habría que pensar la docencia de otro modo. Deberían trabajar 4 horas diarias dando clases y el resto en las tareas que suelen llevarse a casa deberán hacerlas en el resto de la jornada laboral en la escuela, planificación, evaluaciones, corrección de carpetas, maquetas, actos, etc. Asistir a una escuela, no a tres o cuatro y la locura que suelen hacer para llegar a cubrir horas. Deberán además concurrir anualmente a una fiscalización psicológica y deben tener la posibilidad de acceder a este servicio de manera gratuita cada vez que lo soliciten.

-Los geriátricos deben responder a la ética como todo lo demás. Lo que ocurre hoy allí es una tragedia inmensa que debe ser revertida a como dé lugar. Los edificios, el personal idóneo y sobre todo amoroso, un trabajo profundo con las familias en cuanto a la importancia de la existencia de los abuelos y del vínculo con los nietos. Espacios dignos para compartir con esos vínculos. Ningún geriátrico puede prescindir de un espacio verde de cierta magnitud y si tiene algún ojo de agua aún mejor, apuntaría a eso. El concepto del acompañamiento en el ocaso de la vida es uno de los conceptos que más ayudarían a revertir el pensamiento materialista de hoy en día en dónde los abuelos son una carga para el sistema económico y las familias. Pensamiento que se filtra y contamina la ética que debemos cultivar.

-Las universidades estarán obligadas a trabajar con los legisladores y comuneros. Todas las carreras deberán tener un equipo de docentes a los que los legisladores podrán acudir para pensar los problemas de la ciudad en forma interdisciplinaria. Y a esos equipos deberán ser invitados los alumnos para tener la posibilidad de escuchar las nuevas generaciones a tiempo.

-Luego, todo lo que el ciudadano recibe de la ciudad deberá ser devuelto a la ciudad con trabajo comunitario en los horarios que tenga disponibles que deberán ser registrados en cuanto ingrese a cualquier dependencia estatal a recibir cualquier servicio. Asistir a un geriátrico, a una maternidad, a un jardín de infantes, a una huerta municipal, a pintar una escuela, a asistir en el cine de barrio, en la plaza, en un barrio carenciado, en una olla popular, etc., etc. Entregará algunas horas de su tiempo que ayudarán a la posibilidad de producir subjetividades conscientes del concepto de comunidad. Nada que no sea salud y educación formal puede ser otorgado sin algo a cambio.

-Por último, y ya que puedo volar sin límite de presupuesto, des-entubaría todos los arroyos entubados de la ciudad, los limpiaría de su contaminación al punto que vuelvan a vivir peces, haría nuevos lugares de encuentro verdes orillando el agua, trabajaría en esos lugares la importancia del cuidado de la naturaleza, y sin dudas la posibilidad de ver el agua corriendo cerca de cada casa abonaría a la calma que busco en una ciudad peronista y al horizonte de felicidad, de comunión de la ciudad con la naturaleza. Contrario al “jardinero que planta árboles para que se vea lindo”, por completo en contra de eso. Sino a favor de la idea de ser uno con el universo, que es lo que somos.

Que la famosa alegría peronista no forme parte del pan y circo romano. Que sea una alegría con sustentos éticos, con horizontes éticos, políticas éticas, y justicia social, que suena tan bien, pero que nunca termina de ser verdad.

Seguro se me ocurrirían más cosas si tuviera que seguir pensando, pero mi peronista pura cepa está intrigada y yo quiero saciar su intriga hoy mismo. ¿Temo defraudarla? Puede ser. Me escudo en que me pidió que vuele. Ahí fui. A volar al horizonte, a describirlo.

Comentarios

  1. Esto debes imprimirlo e ir a presentarlo a la gente de Milei. O al partido de politica que mas creas conveniente. Ese seria el ambito de estas palabras.. exitos! Nada es imposible!🙏🙏🙏🙏
    Y una cosa escuche de tu padre que dijo acerca de Peron: Era un buen demagogo. Pero los hechos demuestran quien fue realmente. Te voto Roxi.

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