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Mostrando entradas de septiembre, 2020

La Búsqueda en lo visceral

  LA REBELDÍA DEL FÉNIX   Templo de la verdad es el que miras, no desoigas la voz con que te advierte que todo es ilusión, menos la muerte. Mariano José Larra   Recostados en tu cama recitaba a Cortázar. Lo que más me gusta de tu cuerpo es tu sexo, lo que más me gusta de tu sexo es tu boca, lo que más me gusta de tu boca es la palabra. Mi cabello sobre tu rostro, encanecido de espera. Tomaste mi mano y la introdujiste entre tu remera y tu cuerpo, fue necesario el contacto entre las pieles que comenzaban a arder. Empezamos despacio, como siempre tomamos el tren que nos dejaba en el éxtasis. Última estación del vacío de haber llegado. El lugar que obliga a recomenzar el viaje. Tenías planes. Cada tanto te bajabas del tren para hacerlo saltar de la vía en tu búsqueda. Me dejabas en la estación frente al espejo de la nada, cadenas entre mis manos, arrugas que traían el reloj de un tiempo que te negabas a reconocer. La eternidad de la muerte tu elección. Lugar seguro dónde nada

Jugar con Joyce o con el pez plátano de Salinger o con que filma Quentín

  SECRETO EN LA MONTAÑA “…bajo el oleaje de nuestros azares, el secreto secreto nos oprime”. Miguel de Unamuno   Estaban las dos en la habitación sentadas sobre la cama. Tenían una tabla de madera con copas de vino a medio llenar y un cuenco con maníes, en el piso una botella de vino vacía. Hablaban sin parar y se reían. Una tenía una cascada de rulos suaves que caían escalonados sobre su rostro, la otra el pelo hasta la cintura, lacio, mitad castaño, mitad fucsia. La habitación era despojada y estaba ordenada, la ventana dejaba colar algunos haces de luz entre la copiosa copa de un árbol florecido. -¡Dale Tania! ¡Contame qué pasó! Ya está por llegar. -Me cuesta. No es nada fácil. -Voy a buscar más vino, cuando vengo empezá por favor. Se levantó, agarró la botella vacía y fue hasta la cocina, la dejó sobre la mesada y abrió otra meneando la cabeza. En la mesa había un paquete de papas fritas que llevó junto con la botella. -Creo que ya sé cómo contártelo. Pero no s